¡Sí! del cólera urbano, del auge desmedido y en avalancha de “fakes news” o noticias falsas, de memes con chistes gráficos buenos, regulares y malvadamente ¡malos!, de tuitazos con tintes políticos, religiosos y discriminatorios; y, por si fuera poco, de publicaciones de tiendas online que venden hasta lo impensable. Así es la cólera moderna, financiadas por la mal llamada onda millennial que, alejada de cualquier intento de control emocional, busca descartar y volver un mito la fluidez orgánica de la información, ya que hoy en día todo es, o tendencia, o por imitación de la sagrada mística influencer.
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